Hipotecas a Tipo Fijo
La hipoteca a tipo fijo es la que no está referenciada a ningún tipo de interés como el Euribor, el cual se publica diariamente y varía en función de la oferta y demanda de los bancos. Por lo tanto, cuando se contrata la hipoteca fija, la cuota se determina, y no sube ni baja en función de la evolución de los tipos de interés.
En la actualidad, se están comenzando a ofrecer por las Entidades Financieras y, de salida, son a un tipo de interés superior a la hipoteca variable, pero tiene la ventaja de que ante una más que previsible subida de los intereses, se mantendrá para toda la vida de la hipoteca en el mismo valor, haciendo que no varíe la cuota mensual a pagar.
Sin embargo, aunque se pague la misma cuota durante toda la vida del préstamo, existen riesgos que se deben tener en cuenta. Es el caso de las comisiones por desistimiento y por riesgo de tipo de interés. Son comisiones que se aplican cuando se amortiza anticipadamente la hipoteca, y dicha cancelación provoca una pérdida para el banco. La comisión por riesgo de tipo de interés puede llegar hasta el 5%, encareciendo al cliente la realización de amortizaciones o la subrogación de la hipoteca.
Pese a este inconveniente, las hipotecas a tipo fijo siguen creciendo de manera exponencial. En los últimos datos publicados por el INE, en el 2016 supusieron un 31,8% del total de las hipotecas registradas en España. En 2015 eran el 9,3% y si nos vamos al año 2010 el porcentaje bajaba hasta el 3,9%.